No puedo quitarme veinte años de encima.
Además, cómo era yo hace veinte años?
Peor, mucho peor.
Pero... y si me quedo quieto,
sin pestañear siquiera,
hasta que me alcances,
hasta que vivas todo lo que tienes que vivir?
Cuando ya no creas en el amor,
cuando tu vida circule sobre railes,
cuando pienses que ya lo sabes todo,
entonces despertaré para despertarte,
para sacarte de tu error,
para decirte al oído las mentiras más bonitas
que nadie te haya dicho jamás,
para besarte como te besaría ahora
si tuvieras veinte años más.
Haremos una hoguera con tu pasado y el mío
y dejaremos en ridículo
a cualquier unidad de medida
que se nos ponga por delante.
Ahora, entiéndelo, he de irme.