viernes, 3 de octubre de 2014

GILIPOLLAS

Para olvidarla tendría que cortarme la cabeza o la polla o las dos cosas... Y ni siquiera así.

Tendría también que arrancarme el corazón y volver a dejarlo donde estaba la tarde que la conocí, en el congelador, entre los rollitos de primavera y el helado de vainilla... Y ni por esas.

Cuando te hablé de ella buscaba tu hombro, no tu boca, pero tú te empeñas en reducirlo todo a un concurso de mamadas.

Para qué preguntas si sabes que voy a responder lo que deseas oír?

No quiero que pares, quiero que te calles y para dejar de escucharte me concentro en Carabanhattan y en que un día conocí a una mujer que era todas las mujeres que me gustan. 

Cuando te das cuenta de que estoy a un millón de kilómetros te cabreas y me gritas que estás apostando por mí hasta las bragas y me escupes que sin embargo para ella siempre fui el primer descarte y yo reacciono sujetando tu cabeza contra mi pubis, pero te zafas y me cantas una canción que no es de tu época y sí de la mía.

...y tú con tu cinta bordada como un gilipollas madre y tú con tu cinta bordada como...

En ese momento daría un brazo por que no te gustase tanto hacerlo por detrás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario