miércoles, 8 de octubre de 2014

OTOÑO, OTRO

Los trenes de los que salto hacen lo que pueden
pero nunca es suficiente.
Pronto empezará a llover
y dejaré de contar los meses.

En los bares donde escribo y me vacío
están prohibidas veintidós canciones. 

Las fuerzas que no tuve
me las dieron mi nariz
y mis ojos repetidos. 

Y tú, claro, con tu amor distinto e infinito.

Aún no sé cómo puedes perdonarme
cada vez que lo confundo todo.

Quizá algún día decidas pensártelo... 

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